02.04.2022
Si para mí Varonas fueron la sorpresa, Malabrava fueron la confirmación. La consolidación de un grupo que, a pesar de haber perdido una guitarra por el camino, me parece que tiene ahora un sonido más contundente. De la necesidad han hecho virtud. Y desde que las vi hace ya un año en el Gruta, la sensación de conjunto es mucho más fuerte, visual y musicalmente. Creo que fue la sensación generalizada: ahora tienen más punch.
Bajo y batería llevan con soltura la base sobre la que la ahora única guitarra ha tenido, con acierto, que tomar más protagonismo. Andrea se mueve con pasos felinos sobre las tablas y es pura energía escénica.
Presentaban su nuevo disco, y entre su repertorio se arriesgan con temas instrumentales de calidad. Mérito y valor el suyo, porque hay que atreverse a dejar de cantar en medio de un concierto para un público no acostumbrado al instrumental y lanzarse por esos berenjenales sin bajar el pistón.
Dejarse atrapar en la enredadera de Malabrava es hoy precepto de obligado cumplimiento.