Un local de ensayo, una tarde de sábado, cervezas, chorizo y croquetas para todos, patatas fritas para mí, unas vistas preciosas de Madrid, una suave brisa, historias sobre carniceros y torreznos, Bob Esponja o Finn el Humano, y seis amigos que me abrieron su casa y me hicieron reír y volar.
Ensayo de LOS CAPITANES
