22.02.2020
Al ponerme a escribir estas líneas veo que la fecha del concierto se las trae, llena de doses y ceros, en estas raras coincidencias que cada día me sorprenden y descolocan más (ultimamente veo cosas muy raras). Raro también ver por la capital a una banda de Surf de fuera de Madrid, aunque la sensación que hay, no sé por qué, es la contraria. Raro, aunque pegadizo, es su nombre, que me cuesta horrores escribir (algo achacable a mi torpeza, es cierto). Dos discos (como no podía ser de otro modo) tiene ya esta banda, y realmente son contundentes y con sentido. Variados y con punch.
El concierto fue vibrante. Seguramente sea eso lo que más me gustó de ellos, que aparte de bonitas canciones tienen una energía y una pegada muy destacable. De agradecer una buena dosis de electricidad como la suya para convencer a tanto escéptico.
Ojalá no tenga que esperar hasta el el 30.03.3030 para volverles a ver. Pero eso no depende de mí. Que si por mí fuera viviríamos en un eterno concierto de música surf en una interminable rotación de bandas venidas de todos los rincones del mundo, valorando muy positivamente visitas del espacio exterior.