Cuando el Cordero rompió el séptimo sello, todos en el cielo guardaron silencio durante media hora. Entonces vi que se le dio una trompeta a cada uno de los siete ángeles que estaban de pie delante de Dios.»
Hubo un antes y un después. Antes y después de que las siete postreras plagas del Apocalipsis llegaran y nos recluyeran a todos en casa. Los Siete Sellos se rompieron el día 6 de marzo de 2020 en la Sala Hysteria. Ese día, solo nos faltó uno para reunir a los Siete Ángeles, pero los que nos congregamos para ver a Surflamingo hicimos sonar nuestras trompetas sabiendo que podía ser la última vez. Otros, más precavidos o más tibios, faltaron a la cita.
«En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un libro enrollado. Las hojas del libro estaban escritas por ambos lados, y el libro estaba cerrado con siete sellos. Luego vi a un ángel poderoso que preguntaba con fuerte voz: «¿Quién tiene la autoridad de romper los sellos y de abrir el rollo?»»
Los que tuvimos la suerte de estar en la Sala Hysteria viendo a Surflamingo antes del Gran Aislamiento, tuvimos dos regalos que hoy, en la soledad de nuestras torres de marfil, podemos recordar y paladear: el primero, el placer de su compañía, porque (no me canso de repetirlo) estos cuatro alcarreños te roban el corazón. Planeamos viajes y aventuras que un monstruo con diez cuernos y siete cabezas se ha encargado de echar abajo.
«De pronto se vio en el cielo algo también misterioso: apareció un gran dragón rojo, que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Ese dragon arrastró con la cola a la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó a la tierra»
Tuvimos también el regalo de ver a una de las bandas con un directo más contundente del panorama instrumental español y europeo. Una pura descarga de trash surf con destellos metálicos que durante una hora acabó con la serpiente del tedio y la mediocridad.
«Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues ya el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar»
Nos vemos pronto. En una tierra nueva con los viejos amigos.