22.02.2020
Algunas mentes perversas dirán que mis conocimientos del garage se resumen en meter y sacar el coche y en evitar tragarme alguna columna. Eso son insidias que no vienen al caso ni me impidieron disfrutar de un concierto de lujo de los Capitanes. Sería el lugar, sería el público, sería el ron, pero yo me inclino a pensar que desde que les vi la última vez han mejorado una barbaridad y ahora mismo están funcionando a toda máquina.
Lo siento por todos esos capitanes de pega, como Chanquete, Francesco Schettino y Benny Hill, pero este barco no creo que se vaya a pique.