12.11.2022
Ya ni me acordaba de cuándo había visto a los Winston Lobo por última vez, y resulta que la última vez había sido en abril de 2021. ¡Habían pasado diecinueve meses! Así sin darnos cuenta ha ido pasado el tiempo, hemos perdido tantas cosas y nos hemos acostumbrado a tantas ausencias que ya, inevitablemente, ni las echamos en falta. Porca miseria.
Afortunadamente los Winston Lobo son una banda tan compacta, tan bien avenida, con tantas tablas, que superan con profesionalidad toda esa falta de conciertos y todos los inconvenientes de la falta de rodaje. Y cuando las cosas se tuercen, una sonrisa desde el escenario también nos vale.
Eso sí, aun consciente de la modestia de mi persona y de mis escasa capacidad de convicción, ruego por escrito, de rodillas si hace falta, que nos concedan el regalo de componer nuevos temas y echarnos a los leones un nuevo disco. Porque el anodino panorama musical necesita a unos Winston Lobo en plena forma y los Winston Lobo necesitan sentirse vivos sobre el escenario.
Y termino agradeciendo a Flamingo Music Productions, nueva aventura en la que se embarca Jesús de Surflamingo, el organizar estos vermús y agitar el panorama musical alcarreño, abriendo un nuevo espacio para las bandas instrumentales, un lugar más en el que tocar y añadir a sus giras. Y, por supuesto, al Monkey Bar de Guadalajara por dar una oportunidad a la música instrumental.