El 10 de febrero de 2018 dieron su primer concierto los Seisiete en el Marula, acompañados de los gallegos Santos Morcegos (banda a la que ellos facilitaron tocar en Madrid). Recuerdo todavía los nervios y la emoción de Nacho y Carlos. Su pasión por esta música pudo con todos los impedimentos.
En estos casi dos años, se han sucedido sus conciertos. En junio de 2018 en el Blackbird, acompañados de un Tiki de atrezzo que se vino conmigo a casa. En abril de este año, les pudimos ver en el Mercado Tirso de Molina, ya con el que es su guitarra actual (junto con Nacho), Fer, cuya incorporación supuso un importante salto de calidad en la banda.
En las fiestas del Dos de Mayo tocaron en la puerta del Tiki Chateau en sesión matinal, con gran éxito de público, en el que fue concierto curioso por el marco y los asistentes. En junio actúan por primera vez en el Fun House, en el Mad Surf Stomp Festival, compartiendo escenario con los Winston Lobo y les Panches Surfers, y festival con Surflamingo, Daytonas y Llobarros. Al poco tiempo repiten marco junto a Albert Ginés y sus Oceánicos y los mexicanos Sonoras (la gran sorpresa del Surfer Joe).
En septiembre, minigira por Galicia pasando por el Rock & Long Festival y por As Pozas A Guarda.En Noviembre presentación de su primer disco en Delia Records en una matinal con gran éxito de público.
Y la semana pasada, acompañando a Swampig en su concierto de fin de gira, se presentaron en la Wurlitzer, una de las pocas salas importantes que les quedaban.
¿Y cuál es la enseñanza que encierra esta trayectoria en tan breve tiempo, queridos niños? Pues que sí, que a día de hoy todavía se puede montar una banda de surf en pleno siglo XXI, que se puede gustar al público y que se puede tener éxito. Pero que sin pasión y sin ilusión no se debe ni intentar. Nacho y Carlos (sin olvidar a Jesús) tenían estas dos cosas y han ido logrando sus metas y embarcándonos a todos en esta aventura de cuyo éxito nos alegramos.
Que vengan más exitos que ellos les estarán esperando.