Aunque Surfoniani es una banda habitual en el Surfer Joe (de hecho este año hicieron doblete), yo les conocí un año fuera del escenario, cuando se plantaron a tocar en el paseo marítimo, en su versión «street band» semi-acústica.
Desde ese día estoy enamorado de ellos (como suele decir Tony con mucha guasa) y no solo de su música, fresca, ecléctica y divertida, sino también de su personalidad, de su alegría y de su modestia.
A veces, siempre, es difícil ser objetivo; pero qué más da, a mi Surfoniani me caen de puta madre.