12.05.2023
En octubre de 2021 vi por primera vez a los Finolis, trío de locos inconscientes que se lanzaron a montar una banda de la que seguramente es la música más minoritaria en el panorama actual. En este mes de mayo les veía por primera vez en Madrid. Entre ambas fechas, montones de ensayos, nuevas ideas, nuevas versiones (Rocky, Devil came to me, Chiquilla…) y la misma ilusión por seguir apostando por esta música en este desolador paisaje del instrumental. Y no es poca cosa, pues lo que les ha pedido el cuerpo a muchos es abandonar; continuar merece todo mi reconocimiento.
En esta ocasión se presentaban en Madrid, otra etapa más que cumplir. Y lo hicieron con nota: buenísima entrada para ser una banda novel y en una sala alejada del circuito más ortodoxo. El repertorio alterna clásicos (bastante reconocibles incluso por los asistentes menos acostumbrados a estos sonidos) con versiones de temas «no-surf», que crearon un buenísimo «rollo» en un público que disfrutó de lo lindo. Y eso, como digo siempre, es lo más importante de todo: hacer de esta música algo ameno y divertido. Así que, chapó por los Finolis: a seguir en la brecha animando el cotarro y (seguro que en breve) lanzándose con más temas de cosecha propia.