Concierto que se venía fraguando desde hace mucho tiempo, en un sitio algo diferente a lo habitual de la escena (pero en eso tal vez precisamente reside su encanto, que el público es distino al que las bandas se suelen encontrar en otros garitos, expectante y agradecido). A pesar de que en esta ocasión David no pudo estar a la guitarra, su lugar fue suplido con solvencia por Pedro, que además creo (y espero no equivocarme) que fue el culpable de que introdujeran para la ocasión en su repertorio los temas Runaway y Bulldog).
Los Daytonas nunca defraudan y si Mario tiene el micrófono, prepárate que vienen curvas
1 Comentario