Dicen que si no quieres taza, pues taza y media. En mi caso mi primera taza de The Longboards me la tomé muy a gusto en el Surfer Joe hace menos de un mes y la verdad es que se me hizo corta. Así que en Toledo me bebí la hora y media que me faltaba con mucho gusto. Si yo quisiera organizar un concierto y mostrar a la gente que no la conoce lo que es la música surf, contaría sin dudarlo con los Longboards. Y así probarían en sus carnes y oídos que el surf siendo una música con muchos años a sus espaldas es un producto, tal y como lo manufacturan Longboards, enérgico, vibrante, bailable, rompepistas y de tremenda actualidad. E incluso que sirve para acompañar a un tremendo partido de fútbol con pelotas de playa. Sin duda todo un acierto de los organizadores del Roctopus.
The Longboards en el Roctopus Tea Party Festival
